Esto porque considera que el teléfono es usado para ejecutar una monumental estafa, acusaciones que ha respondido Ringing Bells, el fabricante, afirmando que va a colaborar con las pesquisas, pero dejando en claro que todo lo relacionado con su producto se ciñe a la ley.
“Hemos explicado que estamos en capacidad de vender el teléfono a un precio más bajo que su costo de producción gracias a promociones innovadoras y tendremos las cantidades listas para el 30 de junio de 2016”, afirmó Ringing Bells, citado por Gadgets 360.
El teléfono blanco de investigaciones tiene una pantalla de 4 pulgadas, procesador Quad-core a 1,3 GHz, 8GB de almacenamiento, 1 GB de RAM y cámaras de 3,2 y 0,3 megapíxeles. La sospecha sobre el dispositivo se comprende si se sabe que su precio solo llega a los US$ 4 (unos $ 12.000).