Se trata de una herramienta para los usuarios que saben que otras personas tienen fotos de desnudos de ellos y que, por lo tanto, tienen miedo de que aquellos las publiquen, en una práctica conocida como ‘porno venganza’.
Los que acudan a esa opción le enviarán a un grupo pequeño de empleados de la red social las fotos. El grupo decidirá si las imágenes efectivamente entran en la categoría de censurables por políticas de seguridad, explica The Daily Beast.
El procedimiento para acceder a esta herramienta, detalla Gizmodo, será el siguiente: el usuario debe ‘auto enviárselas’ a través de Facebook Messenger y luego reportarle a Facebook que se subieron de forma maliciosa.
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Luego de esto, el equipo de Facebook encargado evalúa las fotos y registra la firma digital de las imágenes para impedir que otra persona pueda publicarlas intactas. Cuando otra persona lo quiera hacer, no se imposibilitará su publicación, sino que se verán totalmente desenfocadas, haciendo imposible su comprensión.
Esta herramienta se está probando en Australia y muy pronto en Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. De los resultados que obtenga Facebook en esos países, dependerá su liberación a todo el mundo.
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