Investigadores australianos son los responsables de la investigación y posterior veredicto rotundo que acaba con muchas preocupaciones: no, usar teléfonos celulares no produce cáncer.
Los expertos evaluaron asociaciones entre el género, la edad y otras variables de cerca de 33.000 enfermos de cáncer en Australia entre 1982 y 2012, y los datos de uso de teléfonos móviles desde su implementación, en 1987, hasta 2012, informa Cancer Epidemiology.
El resultado es contundente, ya que los científicos demostraron que, pese a que el uso de celulares ha crecido del 9 % (1993) al 90 % (2016), los niveles de cáncer en el cerebro se han mantenido estables en las últimas tres décadas.
Únicamente se detectó un aumento de esa enfermedad en adultos mayores de 70 años, aunque esta tendencia se empezó a dar en 1982 (5 años antes de que los móviles se masificaran) y parece estar relacionada con las tecnologías de resonancia magnética y otras técnicas de diagnóstico.
De acuerdo con Simon Chapman, líder del proyecto citado por The Conversation, el estudio arrojó resultados similares a los de otras investigaciones hechas en el Reino Unido y Estados Unidos, que concluyeron que no existe relación directa entre el uso de celulares y el cáncer de cerebro.
Así pues, con esta noticia, más de un celular volverá a la mesita de noche hoy, después de mucho tiempo.