Un turista que se encontraba conociendo la plaza central de la capital de Austria, Viena, se acercó a un cajero para retirar plata; estando allí notó que la máquina tenía un elemento extraño en la ranura en la que se inserta la tarjeta, motivo por el cual decidió inspeccionar el objeto.
Después, sin mucho esfuerzo, logró despegar un escáner colocado sobre la estructura original para poder captar la información de la tarjeta de crédito y robar el dinero de las personas que usen el cajero.
En la descripción del video el viajero dijo que denunció la irregularidad: “Ser paranoico paga”, dijo el hombre, quien mostró el dispositivo por detrás, con una pieza electrónica para clonar tarjetas.
Hay que decir que Viena es una de las capitales europeas más seguras, pero este tipo de dispositivo, altamente sofisticado, sugiere a los viajeros siempre tener cuidado, sin importar en que urbe se encuentren.
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