Cola es un cachorro que perdió sus patas delanteras luego de que le dañara los zapatos a un vecino, y a pesar de que el dueño del animal aceptó pagar por los daños hechos por la mascota, el hombre lo atacó y le cortó sus miembros con una espada, en Tailandia.
El perro fue llevado a una clínica especializada en Bangkok, con la Fundación Soi Dog quienes cubrieron los costos. Una vez que se había recuperado lo suficiente, el equipo de la clínica le fabricó unas prótesis hechas a su medida.
El dueño de Cola decidió entregar al perrito debido al miedo que le producía volverlo a llevar a su casa, y estar cerca del agresor.
El hombre que atacó al animal fue acusado en virtud de la Ley de Protección de los Animales de ese país, pero la sentencia dictada consistió en sólo un mes de prisión.
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