No obstante, con el tiempo la piel del brazo se fue tornando roja y comenzaron unos dolores insoportables, al punto que tuvo que ir al médico, quien le dijo que si la crítica condición de sus brazos infectados no mejoraba, tendría que amputárselos.
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En fotografías compartidas por Tereshin en la red social rusa VKontakte, se nota cómo en algún momento el diámetro de sus bíceps llega a ser de 60 centímetros, lo cual queda en total desproporción con el resto del cuerpo, que es el de un muchacho flacucho de 21 años de edad.
El diario británico The Sun reporta que el joven ruso no solo teme perder sus brazos sino que además teme por su vida: “Mis brazos se me inflamaron dos veces y afectaron todo mi cuerpo. Tengo mucho dolor y mi madre está llorando”, dijo el joven, quien remata: “Todo lo que me queda es confiar en Dios. Me quedaré en cama y le pediré a Él”.
Durante su loca aventura de inyectarse, señala Actualidad RT, el joven utilizó 6 litros de la sustancia mezclada por él.
Tereshin dice, citado por el mismo medio, que no es que él tenga un problema mental al hacerle esto a su cuerpo, sino que simplemente deseaba ser millonario y no tener que regresar a su empleo anterior.
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