En la publicación, ella empieza describiendo a la pequeña Cady como una niña “dulce, inteligente y cariñosa”. Asimismo, dice que disfruta tanto de ayudar a los demás, que el año pasado se rapó la cabeza para donar su pelo y recaudar dinero que luego donaría a una fundación de niños con cáncer.
Allí también asegura que desde los 4 años su hija mostró gusto por los trajes con pantalón, bléiser, camisa y corbata, y que fue justamente esa preferencia que la excluyó de celebrar su primera comunión, el pasado primero de octubre, pues la iglesia católica St. John the Evangelist, que también funciona como colegio, le negó el sacramento.
De acuerdo con el relato de la mujer, “originalmente no había un código de vestimenta para el evento”, por lo que en agosto pasado le había comprado un traje blanco con pantalón a su hija. Sin embargo, una semana antes del evento, les dieron a los padres de familia una carta donde decía que las niñas debían usar vestidos.
Cady debía acogerse a esa norma o no podría asistir. La otra opción era que hiciera su primera comunión en privado, algo que su madre no estaba dispuesta a aceptar: “Si ella usaba traje, teníamos que fingir que mi hija no existía”.
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CBS 2 recibió un comunicado de la parroquia donde asegura que la iglesia hace cumplir un código de vestimenta para su colegio y los ritos religiosos. También señaló que se adhiere a esa norma y no acepta excepciones de ningún tipo.
De igual manera, el texto indica que ese código de vestimenta fue dado a conocer 6 semanas antes del evento y que es el mismo que se usa cada año para celebrar las primeras comuniones.
A pesar de ello, la madre de Cady también denunció en redes que la iglesia sí autorizó a varias niñas a usar vestidos sin mangas, algo que supuestamente estaba prohibido. Por esa razón, dijo que su hija fue la única excluida.
Después de lo ocurrido, la familia de la pequeña decidió no volver a esa parroquia. Esto fue aplaudido por miles de usuarios que conocieron la historia.
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