El veterano de la armada Jake Booth, de 35 años, fue inducido a estado de coma luego de sufrir una terrible neumonía y luego un infarto. Aunque ni los médicos ni sus familiares tenían certeza de que pudiera despertar, un día, y de forma inesperada, abrió los ojos.
Su hermano Jason Schwartz dijo a USA Today que cuando sucedió estaba consciente de casi todo, de sus alrededores y de su identidad, sin embargo, le costaba armar frases largas y complejas.
Cuando por fin logró unir algunas palabras, dijo la frase: “Quiero Taco Bell”, informó Cosmopolitan.
Al escucharlo, su familia quedó aliviada, pues no tenían certeza de los daños que su cuerpo podría haber sufrido tras la falta de oxígeno.
A pesar de su pedido, los médicos le dieron el aviso de no comer alimentos sólidos en los 22 días siguientes, pero pasado el tiempo, pudo disfrutar de no uno, sino 8 tacos de la famosa cadena de comida rápida.
Sobre el emotivo momento, su hermano dijo:
Todos habíamos estado esperando todo un mes para que comiera esos tacos. Fue un momento simbólico y más una metáfora de que él se hubiera despertado para que la vida le diera una segunda oportunidad”.
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