¿Daña cosas o hace sus necesidades dentro de la casa cuando está solo? ¿Aúlla y persigue al amo cuando se va? Tal vez no sea porque es un perro maleducado.
En muchas ocasiones, este tipo de comportamientos esconden un gran malestar, que puede ser causado por trastornos incomprendidos como la depresión y la ansiedad.
Angélica González, experta en psicología y adiestramiento canino, explica que hay tres tipos de trastornos que se presentan con frecuencia en los perros.
Trastorno depresivo canino
Puede ser una condición temporal o permanente que afecta el estado de ánimo del perro. Impide que el animal se sienta feliz y que disfrute de las emociones. Puede deberse a problemas genéticos, biológicos o psicosociales.
Trastorno emocional por hiperapego
Se trata de un estado de dependencia emocional extremo hacia el sujeto al que le brinda afecto. Se manifiesta con cambios emocionales y psicológicos cuando algo le impide estar en cercanía con las personas que quiere.
El origen de este trastorno está relacionado con fallas a la hora del destete materno, sobreprotección de los amos y falta de estímulos de confianza e independencia.
Trastorno de ansiedad por separación
El perro no logra superar la ansiedad que le produce estar separado del ser en el que ha fijado su afecto. Esta alteración se relaciona con el síndrome de hiperapego. Aunque son diferentes, varios de los síntomas son los mismos.
Algunos signos y síntomas de los trastornos emocionales pueden ser :
- Orina, defeca, vomita o saliva sin razón.
- Persigue, llora, aúlla o camina en círculos cuando el amo va salir de casa.
- Muerde y destruye cosas cuando está solo.
- Se lame o se acicala hasta lesionarse.
- Se muestra apático o desinteresado ante cosas que lo emocionaban.
- Pone la cola entre las patas y busca estar solo en un mismo lugar.
- Desórdenes en el sueño, comida y peso.
- Busca continuamente afecto físico y permanece apegado a su dueño.
- Raspa las puertas que lo separan del dueño.
- Es territorial y no permite que otras personas se le acerquen.
- Se orina cuando se reencuentra con el amo o con otras personas de su afecto. Salta excesivamente cuanto los ve y tarda en calmarse.
- Caída excesiva de pelo y enfermedades recurrentes.
Algunos síntomas de depresión pueden deberse a un cambio en la rutina del animal, alteraciones en su medio social o manada humana, que lo hacen sentir incómodo o intranquilo. Es necesario prestar atención a su comportamiento y buscar ayuda profesional en caso de que sea necesario.
De acuerdo con González, se debe implementar un tratamiento de apoyo emocional, actividad física, terapia cognitiva y el trabajo de toda la familia. En algunos casos es necesaria la medicación.
Se recomienda enviar al perro de paseo con otras mascotas, iniciar rutinas de juego o entrenamiento para que su energía se revitalice.
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