Los ciudadanos fueron entrevistados por investigadores y coinciden en afirmar que vieron a los sujetos hacia las 3:00 de la tarde de este sábado. Dos horas antes de que se perpetrara el atentado terrorista en un baño de mujeres del Centro Comercial Andino, norte de Bogotá, confirmó una fuente anónima a Pulzo.
Además, de acuerdo con un informe conocido por este medio, el primer sospechoso fue sorprendido por una trabajadora en el baño de damas del segundo piso. Ella, según su versión a las autoridades, le reclamó al hombre por permanecer en la zona privada, pero dice: “Asustado sale corriendo y se va del lugar con mucha prisa”.
Este individuo tenía las siguientes características físicas:
- “Hombre de contextura gruesa, tez trigueña, cabello canoso liso, corto y peinado hacia atrás, cachetón, color de ojos oscuros, nariz puntuda”.
- Vestía chaqueta negra o azul oscuro y pantalón de dril color beige.
El segundo sospechoso fue visto por dos mujeres a las 2:45 p.m. en los baños de las mujeres del tercer piso. “Se observa a un sujeto salir del inodoro del baño”, se lee en el informe, que además señala que el individuo estaba solo. Se sorprende con la presencia de las mujeres y cuando le reclaman dice que “no habla español y sale de afán del lugar. Tenía como acento portugués”.
Este individuo tenía las siguientes características físicas:
- Era de contextura media y atlética, aproximadamente 1.90 centímetros de estatura, ojos rasgados, tez morena y cabello color negro y liso.
- Vestía chaqueta oscura y camiseta tipo polo.
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Lo que llama la atención de los investigadores sobre el primer sospechoso es que coincide con la descripción física de un tercer testigo que indica que “chocó con una persona”, 15 minutos antes de la explosión (sobre las 4:45 p.m.). Este individuo “tenía mucho afán por salir del centro comercial”, dijo el declarante.
Sus características físicas, según el tercer testigo: “Era contextura media, pelo corto liso con canas y peinado hacia atrás”. Vestía un saco color gris ajustado al cuerpo, lo que haría pensar que se pudo haber cambiado de ropa.
Con base en estos testimonios, los especialistas trabajan en la elaboración de retratos hablados para incluirlos en un cartel en el que se anuncia de nuevo una recompensa de 100 millones de pesos, a quien dé información que permita dar con el paradero de los terroristas.
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